Podría resumir este post en una sola frase: Poitiers es uno de esos lugares que te sorprenden gratamente.

Efectivamente. Poitiers te ofrece un poco de todo, para hacerte disfrutar la estancia.

En primer lugar posee historia, mucha historia a sus espaldas que aún hoy se manifiesta en edificios y calles. Pictones fueron sus primeros moradores,  romanos le siguieron.

Ya en puertas del medievo, en el siglo IV, San Hilario, muy presente aún en el recuerdo de la ciudad, evangelizó Poitiers. Desde entonces es sede de Obispado, lo que dio importancia a la zona y se refleja  en su arquitectura religiosa. No en vano antiguamente fue llamada la “ciudad de los cien campanarios”.

Igualmente, la arquitectura civil se vio favorecida por constituir la capital del condado de Poitou, cuyos gobernantes entre los siglos X y XIII, los condes de Poitou-duques de Aquitania, lograron un gran florecimiento local.

Iglesia de San Hilario en Poitiers

Iglesia de San Hilario

Poitiers cuenta con 78 monumentos clasificados de interés. Desafortunadamente no tuvimos tiempo de visitar todos. Pero hagamos un pequeño recorrido por sus bonitas callejas y edificios más representativos.

LA PREFECTURA

Ya que la tenemos al ladito del apartamento, nos acercamos hasta el imponente inmueble de la Prefectura, construido en el siglo XIX en piedra y ladrillo, al estilo Luis XIII.

Como ha de ser para mostrar el poder del representante del Estado de la época, su aspecto, aun sobrio, no deja de causar admiración.

Prefectura de Poitiers

Imagen de tourismo Poitiers

IGLESIA DE NOTRE DAME LA GRANDE

A continuación, como no puede ser de otra manera, nos dirigimos a la Iglesia de Notre Dame la Grande, antigua Colegiata construída entre los siglos XI-XII.

Para mí, impactante.

catedral de notre dame la grande poitiers

detalle fachada notre dame la grande

Su fachada románica no es muy grande pero la armonía de sus líneas y las numerosas tallas embelesan por completo al visitante.

detalle de arco notre dame poitiers

Encontramos animales imaginarios, vegetación, a los Apóstoles, a santos, a obispos, … y escenas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.

Capiteles iglesia Notre Dame la Grande

Una vez dentro vuelves a sobrecogerte. La claridad de la piedra exterior contrasta ahora con la variada policromía de sus múltiples columnas y bóvedas.

Interior iglesia Notre Dame la Grande Poitiers

interior de notre dame la grande

Y con unos techos  de bellísimos frescos: los doce Apóstoles, Jesús, la Virgen, santos…

Frescos notre dame poitiers

Al salir nos fijamos en pequeños restos de la policromía que debió decorar el exterior

Detalle de talla portada Notre Dame la Grande Poitiers

Y es entonces cuando te muestran una fotografía de una de las iluminaciones que en verano le suelen aplicar en un intento de rememorar su aspecto original. El resultado es espectacular. ¿Con qué aspecto quedarse? Difícil elección.

Iluminación veraniega Notre Dame la Grande Poitiers

LA UNIVERSIDAD

Al lado de Notre Dame se haya la Universidad, fundada en 1.431. Ya en aquella época llegó a tener nada menos que cuatro mil educandos, así que no es de extrañar que hoy día, de los aproximadamente noventa mil habitantes de la ciudad, un tercio sean estudiantes.

Facultad ciencias universidad Poitiers

JUANA DE ARCO

Caminamos ya hacia nuestra segunda cita y nos encontramos casualmente con una placa alusiva a Juana de Arco y es que fue aquí, en Poitiers, donde fue evaluada a fondo antes de su designación para dirigir el ejército real en su lucha contra los ingleses.

placa Juana de Arco en calle

CATEDRAL DE SAN PEDRO

Pocos metros después nos saluda la Catedral de San Pedro. Su construcción comenzó en el siglo XII y no finalizó hasta dos siglos después.

Es el mayor edificio religioso de Poitiers, de estilo gótico angevino. Aunque no fue catalogado como Catedral  hasta el año 2002 en que la ciudad fue elevada a archidiócesis.Fachada Catedral Saint Pierre Poitiers

arco fachada catedral saint pierre

Lo primero que me llama la atención son sus “heridas de guerra”. Impactos de cañonazos durante las guerras de religión del siglo XVI.

marcas de cañonazos en fachada Catedral Saint Pierre

A destacar sus 100 metros de longitud, sus vidrieras, el órgano, último que fabricó el organista del rey.

interior Catedral Saint Pierre Poitiers

Y el coro, que asombra por el gran número de asientos y es que, en su día, se celebraba allí la elección de los nuevos obispos, lo cual congregaba a numerosos religiosos.

asiento del coro catedral saint pierre

Además, y a mí como restauradora me entusiasmó, están sacando a la luz maravillosos frescos de los siglos XII y XIII ocultos hasta ahora por capas de pintura. Nada menos que 900 m2  fueron ya desvelados.

frescos descubiertos en catedral de Saint Pierre La Vienne

BAPTISTERIO DE SAN JUAN

Nos dirigimos ahora hacia uno de los monumentos cristianos más antiguos conservados en Europa, el baptisterio de Saint Jean, del siglo IV.

No pudimos acceder a él, pero queda pendiente ya que en el interior, además de estupendos frescos y una colección de sarcófagos merovingios, se aloja una antigua pila octogonal utilizada durante siglos para bautismos por inmersión.

Baptisterio de San Juan Le Vienne

EL MUSEO DE LA SANTA CRUZ

Tampoco pudimos acceder al museo de la Saint Croix. Es lo que tienen los lunes. Queda igualmente anotado para una futura visita a la ciudad porque la exposición de pintura y escultura de su interior promete.

De cualquier manera, contemplar cómo las familias disfrutan del entorno de ambas edificaciones ya merece la pena.

museo de Sainte Croix Poitiers

EL PALACIO DE LOS CONDES DE POITOU Y DUQUES DE AQUITANIA

El edificio civil medieval más representativo de Poitiers, es el Palacio de los Condes-Duques, al que posteriormente se le sumó la denominada Torre Maubergeon. Los condes-duques administraban allí justicia, labor que se siguió desarrollando posteriormente, llegando a convertirse tras la Revolución Francesa en Palacio de Justicia.

palacio condes Poitau-Duques Aquitania

EL AYUNTAMIENTO

Terminamos nuestro recorrido en el Ayuntamiento, o como allí se dice, el “Hotel de ville”. Imponente edificio del siglo XIX, de corte renacentista.

En su interior nos recibe una maravillosa escalinata en cuya subida, dos pinturas rememoran episodios de la historia de Poitiers: la lectura de poemas de San Fortunato y la batalla de Charles Martel, héroe que derrotó en el año 732 a los enemigos árabes del califato omeya.

escalinata y cuadro ayuntamiento Poitiers

Nos adentramos después en la sala donde actualmente se celebran las bodas civiles. Paredes y sobre todo techo no dejan de admirarnos.

techo de la sala de bodas ayuntamiento poitiers

Y de ahí a la Sala Noble, donde se realizan las recepciones, presidida por una magnífica vidriera con el protagonismo de Leonor de Aquitania y donde el techo, nuevamente, no nos defrauda.

Vidriera de sala noble ayuntamiento Poitiers

techo sala honor ayuntamiento poitiers

Un final de lujo para nuestro recorrido.

Pero, antes de regresar al apartamento, nos regalamos un último paseo. Relajante paseo gracias a la peatonalización de todo el centro histórico.

El mercadillo de cerámica de la plaza del Ayuntamiento, con sus novedosos diseños, está ya cerrado. El de flores y el de libros antiguos de la plaza de Notre Dame, que alegraban tanto la vista y el espíritu, también se recogieron hasta un nuevo día.

puesto de flores en plaza Notre Dame

Pero quedan los jardincillos y las bonitas fachadas de casas, de palacetes, de templos… ahora muchas iluminadas.

ayuntamiento de Poitiers iluminadoEstatua de Juana de Arco en jardín palacio de los Duques-Condes Poitiersedificio de Poitierscalle medieval de PoitiersArco vegetal y reja poitierstalla de la prefectura de poitiersedificio en centro histórico Poitiers

Y las apacibles terracitas donde degustar un buen queso de la zona, como el Chabichou, con una de sus curiosas cervezas artesanales. O un sabroso paté de cerdo negro, con vinito Pinaud. Cuatro grandes descubrimientos.

Te retiras al fin, con un dulce sentir.

Después de toda una jornada disfrutando de arte, de historia, de tranquilos paseos, de gastronomía local… Entiendes ahora perfectamente aquello de lo que la población local se enorgullece tanto.

Lo que denominan  l’art de vivreel arte de vivir.

 

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