¿Disfrutan las mujeres indonesias de los mismos derechos que los hombres? ¿Pueden estudiar, conducir, divorciarse…? ¿Puedes ir tranquila siendo extranjera?
Si habéis leído mi post de presentación “Por qué Indonesia” recordaréis que una de mis mayores preocupaciones a la hora de decidir o no comenzar esta aventura de vivir en Indonesia, era precisamente el papel de la mujer ya que, quisiera o no, de alguna forma me iba a afectar.
Muchas chicas me preguntan ahora sobre ello bien porque quieren venir a recorrer mundo o a empezar una nueva vida. Me sorprende que haya muchas más de las que imaginé, si bien es verdad que prácticamente el 100% preguntan por Bali, que no tiene demasiado que ver con las otras, una arriba o abajo, 16.999 islas.
Pues bien, para el sosiego de mi familia y amigos, y de todas esas chicas, la mujer en Indonesia, hoy en día, puede estar tranquila, tanto la local como la extranjera.
Es cierto que las locales aún no están equiparadas completamente al hombre, y que dependerá mucho de si se trata de una zona rural o urbana, pero son respetadas y bien tratadas y pueden hacer exactamente lo mismo que los hombres, o casi. Lo malo es que ese “casi”, para una mentalidad occidental, puede resultar demasiado importante.
LA MUJER EXTRANJERA
Las extranjeras aquí, y esto es algo que me soléis preguntar casi siempre de entrada, no somos obligadas a ir cubiertas hasta las cejas. No, puedes ir como quieras, con tirantas, con pantalones cortos o con minifalda, a excepción de si entras en algún lugar sagrado o ciertos organismos institucionales donde, al igual que ocurre en Occidente, has de mostrar un respeto en la indumentaria.
Otra cosa es cómo te sientas tú llevando esas prendas. Por ejemplo, tanto yo como casi todas las extranjeras que conozco, llevamos bermudas pero evitamos los pantalones super minis que están tan de moda.
Llevamos tirantas pero evitamos las transparencias o los escotes pronunciados. Llevamos bañador en la playa pero nos ponemos el pareo hasta arriba cuando no estamos tumbadas o en el agua. Incluso utilizamos bañador con faldita o pantalón.
Por una parte nos encontramos más cómodas, pasamos un poco más desapercibidas si es que eso es posible siendo extranjera. Y por otra parte, nunca viene mal un poquito de deferencia.
LA MUJER LOCAL
El tema de la mujer local a menudo se nos hace complicado de entender puesto que religión y Estado, que en Indonesia van bastante enlazados, a este respecto dan la sensación de no avanzar a la par.
Quiero decir con esto que, si bien a nivel legal los dos sexos obtienen la mayoría de edad a los diecisiete años y disponen de los mismos derechos, tal vez por la conjunta e ingente labor que durante años la mujer realizó en aras de la independencia del país, la religión dicta algunas normas más conservadoras con respecto al sexo femenino.

Placa alusiva a la Independencia del país. Podemos ver a mujeres atendiendo a un caído y también armadas para el combate.
Sorprendentemente ambas posiciones suelen conjugarse sin grandes problemas. Es una sociedad moderada y de mente abierta y dependerá de cada persona o del jefe de cada comunidad el que, en cada tema concreto, la balanza se incline algo más para un lado que para el otro.
Jakarta, la capital de Indonesia, es una mole de ciudad, cosmopolita donde las haya. Las chicas allí, en general, tienen una mentalidad muy abierta y un comportamiento prácticamente igual que en los países occidentales, incluídos escotes y shorts.
Sin embargo, a medida que nos adentramos en algunos barrios o en ciudades más y más pequeñas, vamos topándonos con el conservadurismo.

Un grupo de amigas de Jakarta. Como observaréis, hay tres niveles de indumentaria.
EL PAPEL DE LA MUJER EN LA FAMILIA
La familia es muy importante en Indonesia y para la mujer aún más. Aunque la fémina suele ser la jefa de la casa, por supuesto que el de la familia es el padre. Y las hijas, ya pueden tener cuarenta años que, si siguen solteras, acatan las órdenes de sus padres o hermano mayor varón: hora de llegada, lugares a los que no deben ir…
Si se casan, es su marido quien dictará las normas, que normalmente son bien recibidas porque, la gran mayoría de las mujeres creen firmemente que ellos son los más dotados de sabiduría para dirigir sus vidas, tanto la terrenal como la espiritual.
Observando el día a día, hay algunas prácticas que, aún así, no terminan de encajarme. Por ejemplo, el cabeza de familia es el primero que come, solo, en la sala. Las mujeres miran mientras tanto y comen más tarde en la cocina.
Yo creo que esto es más bien una inercia, un gusto por mantener las tradiciones, porque cuando están en algún restaurante o en alguna celebración, no ves este tipo de cosas.
Además, dicho por ellas mismas, a las mujeres les encanta comer aparte, aprovechan para ponerse al día de las últimas noticias así que… es muy común que amigas, vecinas o familiares se autoinviten, sobre todo si se tienen hermanas. Las hermanas son para toda la vida y aún casadas, la morada de una es también la de la otra.
¿CONSERVAN SU APELLIDO AL CASARSE?
Aquí no existe el apellido como tal, pero sí que al nombre del recién nacido, que suele ser compuesto, le anteponen el familiar, que puede ser el del abuelo o el de la tierra de donde provienen.
Estarás suponiendo que, al casarse, la mujer adopta el patronímico del marido. Pues, es curioso, pero no, lo que adquiere, o mejor dicho, adiciona, es el nombre del propio padre, porque es sobre él en quien recae la responsabilidad de haber educado bien a su hija antes de entregarla en matrimonio.

Padre e hija en un momento de la boda de ésta
El nombre de una mujer queda pues compuesto por unas 6 palabras: nombre familiar + nombre personal compuesto + BINTI (hija de) + nombre personal compuesto del padre.
LA NUEVA GENERACIÓN
La generación que actualmente está sobre los 25-30 años tiene ganas de cambiar. Quieren estudiar, quieren salir al extranjero para ampliar sus conocimientos o por el placer de viajar. Quieren trabajar y tener su propio dinero, quieren elegir a su futuro marido…
En las ciudades grandes ya es un hecho. Muchas chicas estudian en la Universidad y se buscan becas para realizar masters fuera del país. Otras tienen puestos de responsabilidad en las empresas, incluso forman parte del cuerpo diplomático o del Gobierno. Sin ir más lejos, a fecha de cierre de este artículo, la embajadora de Indonesia en España es una mujer.

Mi profe bloguera. Becada para ampliar sus estudios universitarios en EEUU. Desde aquí mi enhorabuena.
Lo que me parece aún más importante, es que se sienten apoyadas por sus padres. Curiosamente, tal vez más por los padres que por las madres, porque éstas, educadas en otra época, ven más importante que se preparen simplemente para ser buenas esposas.
Y ya imaginarás, como en nuestro país hasta hace bien poco, si a los veintiocho siguen sin querer novio, las mamás comienzan a inquietarse.
Hoy en día, los chicos tratan de igual a igual a las chicas. Van juntos a la Universidad, se divierten en pandilla o colaboran en una misma comunidad.

La comunidad de jóvenes «1000 guru», a la que pertenece mi profe de indonesio, siempre dispuestos a ofrecer sus fines de semana a las aldeas más desfavorecidas
Sin embargo, justamente hace un rato ocurrió algo anecdótico. Me visitaron tres jóvenes amigos, dos chicas y un chico. Las dos chicas estaban eufóricas porque habían conseguido beca para estudiar dos años fuera del país.
El chico compartía el entusiasmo. No obstante, cuando le pregunté si a él, una vez casado, le importaría que su mujer trabajase, no las tuvo todas consigo. Pensativo durante un tiempo que se nos antojó eterno, las tres nos mantuvimos en vilo, sin pestañear y casi sin respirar hasta que finalmente contestó que no.
Y es que todavía hay muchos que se vuelven un poco celosillos una vez casados y si se empeñan en que dejes de trabajar o de comunicarte con tus amigos-as, están en su derecho de exigirlo. Lo he constatado en varias ocasiones.
Es más, más de una vez algunas jóvenes nos han comentado. -Si algún día tenemos pareja nos gustaría que fuese como la vuestra.
-¿Como la nuestra? ¿Qué tenemos de especial? –Habláis juntos de cualquier tema, y cada uno da su opinión y tomáis las decisiones en común. Y a veces le llevas la contraria, y tu marido se pone a fregar los cacharros mientras nosotras charlamos…
-¿Las parejas aquí no comparten conversaciones? –No, las mujeres sólo hablan con el marido de temas domésticos. Aunque añaden con una sonrisa ilusionada, ¡pero empezamos a cambiar!

No sólo las jóvenes. Las mujeres de mediana edad también comienzan a compatibilizar vida familiar y cultural.
DERECHOS FEMENINOS Y CONDICIONANTES
Aún así, la mujer legalmente es libre para tomar cualquier decisión.
Puede vestir a la musulmana o a la europea, puede llevar o no cubierta la cabeza, puede conducir motos y coches, puede trabajar en cualquier tipo de empresa, incluso tener la suya propia, puede elegir marido o negarse al matrimonio, puede pedir el divorcio…
Otra cosa es lo que haga por los condicionantes religiosos o familiares. Algo contradictorio, es cierto.
Por ejemplo, tengo un par de amigas que no se cubrieron la cabeza hasta que no falleció el padre, y es que haciéndolo, se comportan como buenas creyentes, lo que otorgará tanto el alma propia como a la del difunto, un ascenso más rápido al mundo celestial.
Otra, licenciada y con mente muy abierta, me sorprende al saludar a los hombres, no les da la mano porque hasta ese mínimo contacto físico está reservado para quien sea su marido. Sólo es aceptable el contacto si no se toca directamente la piel, por ejemplo, cuando te coges por los hombros para posar en una foto.
Porque sí, es muy normal salir en pandilla o pertenecer a asociaciones mixtas de cualquier índole, lo que deja de serlo es salir sólo con un chico aunque sea a tomar un café en el descanso de las clases.
LA VIDA NOCTURNA
Aquí, salvo en Jakarta, Bali y poco más, casi no existe, al menos en lo que a diversión se refiere.
En Makassar, ciudad con varios millones de habitantes, quizá no lleguen ni a media docena los locales nocturnos así que, cuando raramente salgo de noche a tomar una copa, lo que en países occidentales no me llamaría la atención, algunas chicas con vestidos cortos y ceñidos, aquí me deja los ojos a cuadros.
He de puntualizar, eso sí, que la mayoría de estas chicas pertenecen a la comunidad china cuyas costumbres, en ocasiones, distan bastante del resto de indonesios por muy asentados que estén en este país desde hace generaciones,.

Fiesta de Nochevieja de hace un par de años en un hotel de Makassar
LA SHARIA Y LA ABLACIÓN
Una salvedad muy importante con respecto a todo lo que llevamos dicho es la zona indonesia de Banda Aceh, en el norte de la isla de Sumatra, casi el único lugar indonesio donde está instaurada la sharia con la consiguiente gran merma de las libertades femeninas.
Asimismo habría que hablar de la ablación, que sí, existe, aunque de manera mucho menos traumatizante de lo que pudiéramos suponer.
Son temas amplios a los que ya dediqué sendos artículos, así que simplemente me limito aquí a dejaros los enlaces para aquellos a quienes os interese.
LA MUJER Y LAS CUENTAS BANCARIAS
Para finalizar, si he de poner ejemplo de perplejidad, elijo el día que fui con mi marido al Banco para poner su cuenta a nombre de los dos.
La empleada de la entidad se quedó confusa mirándonos. ¿Hay algún problema? inquirió mi marido. –Es que…¿está seguro? -Claro, es mi mujer. -Sí, pero es que aquí tiene dinero. –Sí, claro, por eso la pongo de cotitular.
Con los ojos cada vez más desorbitados y el tono cada vez más alto: –Es que le ingresan la nómina en esta cuenta. -Claro, ya lo sé, si no, no podríamos vivir.
Ya intervine yo: -¿Es que aquí los matrimonios no tienen cuenta en común? –NOOOOOOOO, se atrevió por fin a prorrumpir.
–Pero ¿puedo estar en la cuenta de mi marido y sacar dinero cuando quiera, sí o no? –Técnicamente sí. –Pues ¿podemos hacerlo, por favor? Miró de nuevo a mi marido: ¿Está usted de acuerdo? –Sí. -¿Seguro, seguro? –Que siiiiií, que seguroooo.
¡Madre lo que costó que lo asimilara! Aunque de algo bueno me enteré. La mujer puede abrir su propia cuenta, aunque esté casada, y es sólo de ella. Recuerdo que esto, en mis años de juventud era impensable en España. La mujer casada no podía tener una cuenta a su nombre si no le daba autorización el marido.
Si la mujer tiene un salario o dinero de familia, ella se lo guisa y se lo come. El marido ni pincha ni corta, no tiene derecho legal a acceder a esa cuenta.
Es cierto que la mujer tampoco tiene derecho a acceder a la cuenta del marido si no es que él se lo permita, cosa que después de la anécdota ha quedado bien clara que no es lo habitual, si bien tiene la obligación de mantener a su familia, esposa e hijos, sólo con sus propios ingresos, sin tocar los de ella.
Y mantenerla no sólo básicamente sino con el nivel al que ella estuviera acostumbrada o se hubiese pactado en las cláusulas matrimoniales previas al enlace.

Contrayentes y padres ultimando el contrato matrimonial el día de la boda
Hum…No sé… En estos momentos no dejo de plantearme si eso de la liberación femenina que nos venden hace años, no lo entendí del todo o no lo supe llevar a cabo.
Yo creo que aquí, sin tanto ruído y, como decía mi madre, a la chita callando, al menos en lo que respecta a esto del dinero propio, se lo montan mejor. ¿O no?
ARTÍCULOS RELACIONADOS
- La sharia en Indonesia
- La ablación en Indonesia
- Normas de comportamiento en Indonesia
- Boda musulmana «de gente bien»
2 enero, 2021 a las 5:14 am
Hola, recién descubrí este blog. Puedo consultarle el costo de vida en Indonesia por favor
3 enero, 2021 a las 12:52 pm
Hola Ben.
Gracias por leer mi blog. Espero que te esté siendo de utilidad.
Tu pregunta es algo compleja. No es el mismo costo vivir en una isla que en otra y tampoco el hacer vida de local o de extranjero. De cualquier manera es bastante/mucho más barato que vivir en Europa.
Para no alargarme demasiado aqui, estoy pensando que puedo escribir un artículo sobre ello porque no es la primera vez que me preguntan sobre ese tema. Espero poder tenerlo listo en tres o cuatro semanas.
Estate atento. De cualquier manera, te pasaré el enlace en cuanto lo publique.
Saludos.
21 marzo, 2021 a las 9:51 pm
Me enamore de una mujer.de indonesia, pero.esta casada y ella no lo ama , el la maltrata, ¿ quiero saber si le envio un boleto de avion ella puede salir de su pais sin permiso del esposo
25 marzo, 2021 a las 12:08 am
Hola Agustín.
Tu pregunta, uf, es más complicada de lo que parece. En teoría, la ley no impide que la mujer viaje sola y sin permiso alguno. Ahora bien, religión y Estado están muy ligados y las normas religiosas son de considerable importancia para los indonesios.
Ignoro el credo de la chica pero si es musulmana debería pedir permiso. No hacerlo posiblemente le acarreara bastantes disgustos familiares y/o sociales porque ten en cuenta que tarde o temprano, al expirar el visado tendría que volver y enfrentarse a su comunidad.
En el país existen instituciones de ayuda a la mujer maltratada y también es factible que la mujer pida el divorcio. Pensad bien qué hacer antes de dar un paso.
Os deseo mucha suerte y, si lo estimas adecuado, ya me contarás qué tal salió todo. Un saludo.
7 julio, 2021 a las 7:29 am
Saludos ¿Las mujeres en indonesia cuando son maltratadas por su marido tienen el derecho de irse de casa o deben obedecer a su marido? Cómo funciona exactamente los derechos de ellas dentro del matrimonio?
11 julio, 2021 a las 1:28 pm
Hola Robert. No conozco las leyes indonesias en profundidad pero sí te puedo decir que la mujer puede pedir el divorcio, incluso su familia puede presentar una queja formal a la familia del marido y si no es atendida, llevarse de nuevo a la chica.
Ahora bien, como ya he indicado en algún artículo, las poblaciones se suelen dividir en comunidades y, siguiendo antiguas costumbres, ten en cuenta que el país no se independizó y unificó hasta 1945, y aún así la población está desperdigada en miles de islas de difícil comunicación, cada comunidad posee un jefe que la dirige según su propio criterio.
No es algo oficial pero sí oficioso, y el Estado no suele inmiscuirse en sus determinaciones aun cuando a veces mantengan normas en exceso conservadoras y el hombre tenga, efectivamente, poder sobre la mujer.
Así que sí, a pesar de la Ley en contra del maltrato, hay lugares donde la mujer lo lleva más crudo, sin tan siquiera el apoyo de su familia, porque es un gran bochorno que cualquiera de las dos partes quiera romper un compromiso pactado por sus ascendientes.
Si la mujer es valiente y/o con preparación podrá enfrentarse, salir de su comunidad y ganarse la vida, además hay instituciones que la pueden amparar. Si no, llevan difícil escapar de esa situación.
Por otra parte, sin llegar a situaciones extremas, es bastante común y aceptado aunque no lo marquen las leyes, que el hombre tenga derechos sobre la mujer y pueda negarle salir a solas, sin cubrir suficiente, relacionarse con determinadas personas, seguir trabajando…
No obstante, en buena lid he de indicar que el maltrato no es la norma habitual. Por desgracia, al igual que en muchos otros países existe, pero en mis cinco años allá afortunadamente no conocí a ninguna mujer que lo sufriera. Intuyo que no es tu caso. Os deseo mucha suerte en la solución de vuestro problema. Y, como siempre, me agradaría saber si todo llega a buen término.
Saludossss.
7 julio, 2021 a las 7:40 am
Buenas Saludos. Me ocurre exactamente lo mismo que a ti, al parecer la violencia doméstica es real en indonesia me gustaría saber cómo te ha ido con ese asunto.
16 agosto, 2021 a las 6:10 pm
Hola Magada, me encantaría viajar a indonesia y conocer ese país, pero tengo un gran problema que me ha limitado mucho a la hora de viajar a cualquier país que no sea de habla hispana, y es que mi inglés es muy básico y no lo domino. Normalmente viajo por libre y no por viajes organizados, ¿tu crees que podría desenvolverme allí con palabras y un traductor como google?
18 agosto, 2021 a las 11:56 pm
Hola Fran.
Sí, con un inglés básico y el Google te puedes apañar en Indonesia. Además, la gente es tan amable que hará lo imposible por entenderte y ayudarte, aunque sea por gestos.
En las zonas más turísticas, Borobodur, Bali… incluso podrás encontrar algún guía que hable español.
De todas formas, no viene mal saber alguna que otra palabra indonesia para dar las gracias, pedir comida… te agradecerán con una gran sonrisa el esfuerzo, el interés en adaptarte. Yo me bajé un pequeño curso gratuito de indonesio de internet, aunque las explicaciones vienen en inglés creo que lo podrás entender.
Te dejo algunos enlaces.Tengo varios artículos hablando de las comidas y bebidas que te podrían venir bien para que lleves algo de idea a la hora de pedir y también otro sobre expresiones que te vendrán bien nada más llegar y que no encontrarás en los diccionarios.
Cualquier otra pregunta, encantada de ayudarte.
7 marzo, 2022 a las 4:13 am
Hola, para hablar acerca del dote
no soy de ese país pero hay alguna cantidad promedio?
9 marzo, 2022 a las 9:35 pm
Hola, bienvenido al blog:
Por lo que yo sé, no hay una cantidad promedio para una dote porque dependerá del poder adquisitivo de cada familia Si tienes más, ofreces más; si tienes menos, ofreces menos. En Indonesia las diferencias sociales son considerables.
Normalmente, para acordar la boda, hay una reunión de los cabeza de familia en la que se pactan las condiciones exigibles tanto para el novio como para la novia. Este acuerdo se plasmará en un contrato entre las partes que se dejará firmado el día de la boda delante de todos los invitados.
Te dejo un enlace en el que comento este tema:
https://magdabatik.com/matrimonios-compromisos-y-divorcios-en-indonesia/
Saludosss.