¿Conoces las interioridades de la Domus Aurea, el colosal palacio de Nerón visitable después de casi dos mil años bajo tierra? Pues sígueme. Te las enseño.
La Domus Aurea, la Casa de Oro, la espectacular mansión que Nerón se hizo construir tras el gran incendio de Roma del año 64, es uno de esos lugares en los que no sólo el emperador se sintió privilegiado. También nos sentimos los visitantes actuales.
Y es que, frente a las 40.000 personas diarias que visitan el Vaticano, cifra que considero una auténtica barbaridad y que parece ser ya se están planteando frenar, la Domus Aurea tiene muy limitado su acceso.
Durante muchos años ha estado cerrada al público por riesgo de derrumbre, de hecho hubo uno que afortunadamente no causó víctimas.
Actualmente sólo sábados y domingos se permite la visita. En grupos reducidos que han de reservar con antelación si quieren asegurarse plaza, y con un guía que es al mismo tiempo arqueólogo trabajador de la Domus. Así que, felices de haber conseguido visitarla.
Como en la gran mayoría de los monumentos romanos has de utilizar tu imaginación para verla entera y en todo su esplendor, aunque visto el número de estancias y las proporciones de cada una, no es demasiado difícil conseguirlo. Nada menos que ochenta hectáreas ocupaba la Domus Aurea.
Además, te lo facilitan un poco. Pero no adelantemos. Vayamos paso a paso.
NERÓN Y EL INCENDIO DE ROMA
Roma, año 64, un gran incendio asola Roma durante varios días. El desastre fue enorme, una gran parte de la ciudad fue arrasada. Pero, cómo se inició y si fue intencionado no termina de estar aclarado.
Algunos historiadores apuntan que Nerón organizó un plan de ayuda para los damnificados. Tal vez fuera cierto, aunque otros opinan todo lo contrario.
Lo que sí es un hecho es que, tras el incendio, decidió construirse un palacio digno del más grande de los grandes, es decir, de sí mismo. ¿Cómo sufragar los gastos? Obviamente con nuevos impuestos a las provincias del Imperio, así como con las arcas de otros nobles, quisieran o no.

imagen de amante del arte y la cultura
Una decisión comprensiblemente poco popular que, unida a otros tantos escándalos y actos violentos, le llevó cuatro años después, antes de finalizar la construcción del nuevo palacio, a ser condenado a muerte por el Senado, terminando sus días con un suicidio «forzado”.
Unos años después Trajano, el que fuera primer emperador de origen hispánico, por más ende sevillano, hizo desaparecer el edificio, en parte por haber sido dañado por un nuevo incendio, en parte siguiendo la costumbre de destruir todo lo realizado por un emperador damnatio memoriae, es decir, considerado infame y merecedor de ser olvidado.
Lo cubrió con tierra hasta dejarlo a una profundidad de doce metros y sobre él construyó las denominadas Termas de Trajano, cuyas ruínas se pueden aún contemplar.

Imagen de la wiki
Esta acción, que podría parecer fatal, sirvió sin embargo para preservar las estancias. Aunque no fue hasta el siglo XV cuando, por un hecho casual, la caída de una persona por un agujero, fue rescatado del olvido.

Tal vez fuera éste el agujero
LA DOMUS AUREA HOY
Actualmente has de acceder con casco para mayor seguridad porque está en pleno proceso de consolidación y restauración y, aun despojado de los mármoles, marfiles y piedras preciosas que en su día cubrían suelos y paredes te das cuenta de lo que fue. Pasillos enormes, techos a altura más que considerable, estancias por todas partes…
Como solía ocurrir, estos materiales nobles se reciclaron, es decir, fueron arrancados para decorar otros palacios. Por ejemplo, se dice que los mármoles del suelo del Vaticano provienen de aquí.
Otros suelos, posiblemente pertenecientes a las estancias de los sirvientes, menos lujosos pero no menos elaborados, se han conservado.
Las pinturas de paredes y techos, al no poder ser trasladadas, fueron estudiadas in situ por los artistas de la época.

Parece ser un dibujo de la época en que fue descubierto

Para estudiar las pinturas, los artistas del siglo XV entraban con cuerdas por agujeros practicados en el techo desde la superficie.
Ofrecían aspectos novedosos y, por haber sido descubiertas en una “gruta”, fueron denominadas grutescas. Consistían en vegetales y animales fantásticos a veces con torso humano, enlazados por finas líneas.
Tan popular se hizo este tipo de decoración que sirvió de modelo para los artistas de la época, entre ellos un joven Rafael que dejaría impronta en las estancias del Palacio de los Museos Vaticanos que le fueron encargadas .
Desafortunadamente gran parte de las pinturas murales de la Domus han desaparecido debido a filtraciones de agua y al alto grado de humedad de las estancias.
Incluso algunas descubiertas en la realización de diversas catas de los muros, que se habían preservado por estar tapadas, están desapareciendo al verse desprotegidas.
Por este motivo han decidido ser prudentes y esperar hasta controlar la situación, cosa de momento difícil como pudimos comprobar en el pasillo de salida, donde las gotas de agua caían casi en raudal.

Fijaros cómo estaba el suelo de mojado aún con la estructura superior
Tal vez entonces se pueda recuperar parte de la grandeza pictórica de esas 150 estancias descubiertas hasta ahora. Y digo hasta ahora porque se cree que esto es sólo la mitad de lo que suponía realmente el palacio.
Los arqueólogos se han topado con un muro de las termas que impide de momento el avance de la excavación, aunque intuyen que al otro lado debe haber estancias simétricas, es decir, otras 150.

La zona blanca corresponde a las estancias enterradas de la Domus Aurea encontradas hasta ahora. La zona marrón a la ocupada en superficie por las Termas de Trajano, construídas justo encima
LA DOMUS EN SUS ORÍGENES
Además de los pabellones, la Domus debió poseer enormes jardines con estanques. Incluso bosques con animales. Se cree que la fachada disponía de un pórtico de nada menos que unos 260 metros de anchura, con triple columnata y un largo de aproximadamente 1500 metros.

Recreación de la Domus Aurea proyectada en uno de sus muros
Tras la fachada sobresalía una titánica escultura, se dice que de oro, de unos 30 metros de altura, en la que el mismo Nerón estaba representado como dios. Sin duda una colosal obra de alguien que realmente estaba convencido de su ser divino.
Rematando todo el complejo, un enorme lago artificial, que el tiempo llevó a convertirse en el Coliseo.

El enorme estanque cuadrado poco se parece a la posterior edificación que ocupó ese espacio. Por cierto, el colosal dios de la Domus, fue luego llevado a él, de ahí que adquiriera el nombre de El Coliseo.
Una de las salas principales es la denominada “coenatio”. Y, aunque está prácticamente en el extremo de lo descubierto, se cree que era justo el centro del palacio.

En su momento decorado como bóveda celestial, se cree que aquí organizaban fiestas y que el techo giraba
De planta octogonal y rodeada por columnas tras las que se disponen varios receptáculos, observamos también una pequeña cascada artificial cuyas aguas iban a parar a los estanques del exterior.
Coronando la estancia, una gran cúpula de 14 metros de diámetro de la que, según escritos de la época, pendían adornos que giraban, dando la sensación de que era la propia sala la que rodaba.
LA GUINDA DE LA VISITA A LA DOMUS AUREA
La guinda de la visita es la sala donde te proporcionan unas gafas 4D. Las imágenes nos muestran cómo, tras el incendio, de la nada comienza a elevarse un gran palacio.
Afortunadamente estás sentado, porque la visión de la estancia ahora sí, tan ricamente decorada, totalmente cubierta de mármoles multicolores y otros materiales lujosos, la visión de las pinturas murales de tan vibrante policromía, la visión del gigantesco pórtico de columnas, de los jardines, de los estanques… desde luego es para marearse.
Naturalmente, con las gafas de realidad virtual puestas no pude grabar, pero por internet he encontrado un par de vídeos que seguro os gustarán. Muestran la Domus tal como debió ser. Os dejo los enlaces, sólo tenéis que clickar encima:
Y ahora que ya conocéis un poco la Domus Aurea, he de rectificar el primer párrafo de este artículo. En él indicaba que nosotros, al igual que Nerón habíamos sido privilegiados al poder disfrutar de la Domus. Si él me hubiera oído, posiblemente mis días habrían acabado en ese mismo instante.
Y es que, ¿cómo decir que él era un privilegiado por el disfrute de esa magna domus? Se le atribuye una frase que ahora repiten a cada visitante. Parece que la primera vez que entró al palacio pronunció: “Por fin puedo empezar a vivir como un ser humano”.

Imaginaos pinturas de esta calidad en un techo del tamaño de la imagen inferior
Bueno, pues no tuvo mucha suerte Nerón como humano porque, como vimos, perdió la vida bien pronto. Aunque, en lo que de alguna manera sí tuvo razón es en la que aseguran fue su última frase: “Júpiter, qué gran artista muere conmigo”.
Y es que, cierto es, de no haber sido por todo lo que fue, tal vez hoy al contemplar la Domus Aurea e imaginarla en todo su esplendor le hubiésemos podido recordar como uno de los mayores amantes y propulsores de las artes.
21 noviembre, 2020 a las 6:43 pm
Debe haber sido Grandioso el palacio
21 noviembre, 2020 a las 10:44 pm
Sí, una lástima que no haya llegado completo a nuestros días.
11 julio, 2021 a las 6:40 pm
Me pone los pelos de punta. Increíble que aún se puedan contemplar pinturas, suelos, estancias de la Domus de Nerón,… es alucinante.
Gracias por hacernos llegar este lugar a través de tus fotos y textos. Me ha encantado que nos descubras esta localización tan asombrosa que ha llegado a nuestros días.
Un saludo
12 julio, 2021 a las 2:21 pm
No sé si estaremos en este mundo cuando consigan solucionar el problema de las humedades y puedan sacar a la luz la otra mitad del palacio. De estar intacto, sería una auténtica pasada.