¿Cuál es la indumentaria adecuada para un acto oficial, para una boda o cualquier otro tipo de celebración? Vamos a averiguarlo.
En el post anterior estuvimos repasando la ropa utilizada en Indonesia en el día a día, pero ¿qué veremos o qué deberemos llevar un día más señalado?
El atuendo para celebraciones familiares o actos sociales varios, comienza a tender hacia patrones occidentales, aunque aún queda para que dejen atrás sus raigambres.
De esta manera, encontraremos a gente, mayoritariamente joven, vestida a nuestra usanza, sobre todo si son de origen chino, que no parecen en general sentirse del todo indonesios de pura cepa. Pero la mayoría de la población prefiere seguir utilizando los tejidos y diseños legados por sus progenitores.
Al igual que en cualquier país, aquí cada isla, incluso dentro de cada una, cada sector geográfico, tiene su traje y aderezos típicos que son usados tanto por jóvenes como por ancianos, conscientes de su significado, de su importancia para preservar las tradiciones de sus antepasados.
Para los amantes de las artes y costumbres populares, hay un museo en Jakarta pequeñito pero muy interesante del que algún día hablaremos. Hoy mostraré tan solo alguna imagen para que apreciéis algunas analogías y diferencias entre los distintos trajes ceremoniales. Unas veces el identificativo será el dibujo del tejido o su técnica de elaboración, otras los tocados y joyas.
Tres tipos de indumentaria bien distintas para las zonas central, este y sur de la isla de Kalamantan, o lo que es lo mismo, la parte indonesia de Borneo.
La utilización a día de hoy de muchos de ellos, ha quedado verificada en algún que otro artículo, por ejemplo, el traje de la zona Toraja, en la isla de Sulawesi, de cuya más que asombrosa arquitectura, mercados, enterramientos y costumbres funerarias hablamos ya largo y tendido.

Los adornos de bolitas, como aquellas usadas en mi infancia, lo más característico de Toraja
Dudo que en España haya mucha gente que acuda a una ceremonia con traje de lagarterana o de baturro. Sin embargo aquí es un honor vestirse de manera tradicional. No supone ese sentimiento folklórico español sino toda una norma de etiqueta.
Junto a los encajes es el batik, una vez más, uno de los tejidos estrella. Los veremos tanto en sarongs como en blusas o camisas y tanto en hombres como en mujeres. A los de fuera nos llama la atención, aún más si cabe, la indumentaria masculina que las femeninas para estas ocasiones.
Contrasta con esa riqueza de tejidos el calzado. No es buena idea llevarlos de piel, la humedad los enmohece y estropea en un pis pas. Por otra parte, prima la comodidad, así que para qué marearse si se los van a quitar a la primera de cambio. Aunque no sólo se trata de comodidad, lo correcto es descalzarse antes de entrar en viviendas, templos, y muchos otros establecimientos, así que no os extrañéis de verlos alineados o apilados por doquier.
Pero… qué mujer se resiste a ellos, aunque sea para un ratito. Así que, el tipo de zapaterías que os muestro a continuación es de lo más habitual. Me alucina pararme en ellas aunque mis amigas locales no entienden porqué.

Este es sólo un trocito de pared. El resto de la tienda, igual de aprovechada.

Color y brillo son siempre protagonistas
La imagen de las dos parejas mostrada algo más arriba corresponde a un festival. Para actos más comunes aunque no menos importantes, incluso todo lo contrario, como actos políticos, congresos, reuniones de negocios, bodas… los atuendos son algo más sencillos. Así, es absolutamente perfecto y correcto que los caballeros vistan un pantalón negro (raramente usan de otros colores, ni tan siquiera en el día a día) y una camisa de batik, sin más.

Ups, la única sin batik, yo. No es que sea obligatorio pero habría ganado un punto más
Al igual que pueden omitir el pantalón y usar en su lugar un sarong con camisa (chaqueta opcional).

Ellos son invitados de una boda a la que asistí
O mezclarlo todo, es decir, usar un pantalón, colocar encima de él un sarong y complementarlo con una camisa y chaqueta oscura occidental.
Los extranjeros, más bien antes que después, nos apuntamos a usar también prendas de batik. Son cómodas de llevar y notas una gran mirada de agradecimiento por el detalle de adaptarnos a su cultura.
Las prendas femeninas cierto es que no difieren demasiado unas de otras en cuanto a corte, porque, insisto, les gusta ser tradicionales. Pero, al no ser común comprar los atuendos festivos ya confeccionados, sino más bien adquirir las telas y hacerlos a medida, se ofertan tantos colores, dibujos y pedrería que, difícilmente se encontrarán dos modelitos iguales.
Bueno, miento, lo habréis observado en una de las imágenes anteriores y ya lo hemos indicado también en alguna ocasión, en ciertas circunstancias les gusta vestir iguales: los consuegros en la boda de sus hijos como simbolismo de que a partir de entonces serán todos de la misma familia. Los grupos que viajan para que no se les pierda ninguno de la comunidad. Las amigas de las novias para que se les identifique como tales, las familias, padres e hijos pequeños, simplemente porque sí…

Esta imagen es de una boda. Tres pequeñas variaciones de un mismo modelo. Están confeccionados aposta, pero palabrita que, si llega a ser en España y yo una de ellas, me paso toda la ceremonia debajo de la mesa

Imagen de otra boda: consuegros exactamente igual vestidos y novios conjuntados es lo habitual.
Por otra parte, señalar que tampoco se han de marear mucho en buscar telas y modistas. Os remito al artículo Vestirme para ir de boda para leer en detalle que, dado el elevado número de bodas y eventos en general a los que suelen acudir los indonesios, más que frecuente es alquilar el atuendo, justo un día o incluso un rato antes del acontecimiento.
A mí, si no fuera por la incomodidad de ir con piernas y brazos cubiertos con las temperaturas tropicales, no me costaría un ápice vestir como ellas. Las sedas, encajes y diseños tradicionales para fiestas son alucinantes, ya lo estaréis observando.

Parecen sacados de Las mil y una noches.
Aún mucho más sofisticados pueden llegar a ser los trajes de los contrayentes de una boda. Ya vimos en distintos artículos que, al menos son dos, uno para la ceremonia de la mañana y otro para la recepción de la noche.
En el caso de ser cristianos, suelen lucir un estilo occidental de vestido blanco la novia y traje de chaqueta el novio, aunque la pomposidad del primero y el brillo del segundo suelen ser bastante más notables de lo normal.
De ser musulmanes o hinduistas, o simplemente seguir las pautas indonesias, el traje nupcial de ambos contrayentes es realmente de cuento, desde el más modesto hasta el más caro, llegando a ser verdaderamente espectacular.

Novios en Bali. ¿Llevo o no razón?
Y, refiriéndonos nuevamente a los sarongs, son francamente cómodos, si das con la forma de atártelos tan bien como hacen ellos, claro, que no se les mueve en todo el día, y no como a mí, que se me va cayendo constantemente, a pique de montar un espectáculo cuando menos lo espero. Ah, pero ahora ya empiezan a ponerles un elástico y, en todo caso, ya aprendí que se le puede poner un imperdiblito.
En cuanto a los expats masculinos, no conozco a ninguno que no se haya puesto un sarong para estar en casa o en la playa. Para más allá no he visto a ninguno, también es verdad, a excepción de si te lo piden con cara de “porfi porfi” para captar la atención de los viandantes de cara a algún festival tradicional.
En cuanto a nuevos diseñadores, me quito el sombrero. Con motivo de un festival internacional en Makassar, nuestra ciudad, asistimos a varios pases de modelos en los que se mezclaban aires contemporáneos y tradicionales. El resultado no pudo ser más espectacular.
Tengo en proyecto abrir una nueva sección de posts únicamente a base de fotos. En ellos me explayaré. Mientras tanto, os dejo unos cuantos modelitos de muestra.

Un estilo muy actual con un dibujo en la chaqueta, aunque no lo parezca, de lo más tradicional

Este modelo deja sin habla

Y este otro aún más

Estiloso a tope
Con la boca abierta quedamos al igual que, cuando tras disfrutar de una de las colecciones más elegantes y sensuales, apareció la diseñadora vestida de negro de la cabeza a los pies, al más puro estilo de las viudas españolas de los años cuarenta, sin ningún asomo de esa exquisitez de sus creaciones.
¿Haz lo que yo diga y no lo que yo haga? Es posible, aunque lo más probable es que simplemente se trate de esa manera tan peculiar que tienen los artistas de llamar la atención.
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