Qué debes saber para comer una paella directamente de la paellera a la boca, como Dios manda. Porque ojo, que pronto será Patrimonio de la Humanidad.
En el post anterior, “Curiosidades sobre la paella”, hablamos de los ingredientes, del recipiente, de su inclusión en los Guinness, del origen… Seguro que os quedasteis con ganas de saborear una auténtica paella.
Pero nos quedó explicar las normas implícitas que inexorablemente habrás de cumplir si piensas hacerlo con un valenciano de pura cepa o si quieres presumir de entendido-a en la materia.
Porque sí, servir a cada uno en su plato está muy bien, sobre todo para los lentos de turno, como yo, que no se quedarán a medio comer.
Pero como ya indiqué, cuando un valenciano te aprecia, es probable que te invite a compartir una paella al modo genuino, es decir, sin platos.

Imagen de hosteleriayturismomasterd.es
Así que si no queréis meter la pata prestad atención al siguiente Manual.
He de dejar claro que no lo he redactado yo, me lo enviaron hace algún tiempo por WhatsApp, pero lo atesoré como una joya porque literalmente y nunca mejor dicho, no tiene desperdicio.
Lamento no incluir la autoría, no aparecía, por lo que espero me perdone el artista si este artículo llegara a sus manos. E invitado está a presentarse.
Y sin más preámbulos, os transcribo:
MANUAL PARA COMER LA PAELLA, EN LA PAELLA
Si le invitan a comer Paella Valenciana de la propia paella en lugar de ponerle el arroz en el plato, es porque le tienen en gran consideración, pero el momento es comprometido. Es fundamental que Vd. conozca perfectamente las reglas del juego si no quiere perder la amistad para siempre:
Los jugadores están distribuidos alrededor de la paella de forma equidistante. Imagine la paella como una caja de quesitos en porciones. A cada jugador le corresponde sólo el quesito que tiene delante de sus narices.
El cubierto oficial del juego es la cuchara de madera o metal. ¡¡¡JAMÁS ACERQUE UN TENEDOR!!!!
Si el jugador quiere exprimir limón en su área, algo no muy bien visto, deberá tener autorización verbal al menos de sus dos vecinos, a los que procurará no salpicar.
El juego comienza cuando el macho dominante de la manada dice «Vinga que es gela l’arròs» (Traducción: ¡Venga, que se enfría el arroz!).
Si la paella está buena, el elogio al cocinero se hará de forma intermitente cada dos cucharadas durante toda la comida.
Los tropezones que hay en cada sector son propiedad del jugador titular de ese espacio. Si algún elemento integrado en su zona no es del gusto del jugador lo depositará delicadamente en el centro de la paella para que lo disfrute otro jugador. Las piezas de carne cuando salen de la paella no pueden volver, ni por partes, ni en los huesos.
Si alguien invade el espacio de otro jugador sin permiso, será amonestado, a la segunda oirá aquello de «eres un poc fill de puta» (Traducción: Eres un poco…) y tendrá que pagar los carajillos.

Imagen de http://anastasiarestaurante.com
Se entiende que un jugador abandona, cuando apoya la cuchara en el borde de la paella y dice «Estic fart, ja no puc més!» (Traducción: Estoy harto, no puedo más) En ese momento su zona queda franca y puede ser ocupada.
Queda terminantemente prohibido girar la paella para acceder a otro punto donde aún queda arroz. Si la paella baila, alguien deberá coger del asa para estabilizarla. El/los jugador(es) que se ocupen de este cometido recibirán elogios del resto, que se emplearán a fondo para mantener siempre llena la copa de vino del esforzado estabilizador durante toda la comida.
Cuando se toca hierro con la cuchara, en las postrimerías de juego, los valencianos se enfrentan al «Socarrat» (socarrado, quemado), es un momento glorioso donde el nerviosismo cunde. El frenesí es tal, que aquello parece una prospección petrolífera. Los que no participan en el festín deben relajarse y esperar el postre.

Imagen de socarratpaellas.com
La partida acaba cuando los jugadores se retiran o ya no queda nada en la paella, señal indiscutible que estaba buena o había mucha hambre.
PAELLA PATRIMONIO HUMANIDAD
¡No me negaréis que la descripción anterior no es total! Y además, creedme, real como la vida misma.
El ingenio y el humor no faltan, y tampoco las esperanzas de que la paella sea declarada en un futuro próximo como Patrimonio de la Humanidad. En ello estamos ahora en la Comunidad, en el papeleo, aunque el proceso es largo y algunos añitos se dilatará.
¿Acertáis con qué lo celebraremos cuando llegue el momento?
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20 marzo, 2022 a las 10:20 am
¡Me encanta el post! Cumplo a rajatabla las normas jeje
Y el socarrat me pierde.
Sin duda, la paella ha de ser patrimonio de la humanidad.
Pero ojo con comerla fuera de la Comunidad Valenciana o experimentar con elementos como chorizo. Eso es arroz con cosas.
Un abrazo
21 marzo, 2022 a las 6:18 pm
Graciasss. Me gusta que alguien de fe de que no es un escrito jocoso sin más, sino una «realidad pura y dura» jajaja. En cuanto a comerla fuera o añadir chorizo y otras aberraciones, toda la razón. Lo dejé patente en este otro artículo https://magdabatik.com/la-paella-valenc…l-vez-desconoces/. Btosss.