Si quieres viajar a Roma, la Ciudad Eterna, haz caso de estas recomendaciones sobre ropa, fechas, entradas… Me lo agradecerás.
Tanto si se trata de un puente como de unas vacaciones, Roma es uno de los destinos favoritos de muchos viajeros. Posee casi el todo, empezando por buena conexión con muchos aeropuertos españoles, siguiendo por un impresionante legado de historia y arte y terminando por una estupenda gastronomía.
Si has estado ya allí, seguro que no te importaría volver y si aún no has tenido la oportunidad, seguro que lo tienes en mente.
Para ambos es hoy este post porque, aunque ya hayas estado, si te ocurre como a mí, que pasaron casi veinte años antes de regresar, te llevarás algunas sorpresas. Sorpresas que básicamente están relacionadas con el número de visitantes.

Me funcionó tirar la moneda a la Fontana de Trevi para volver. Claro que ahora ya no me parece una acción que se deba realizar, por mucho que se ansíe el regreso.
Yo recordaba una Roma tranquila, donde podías hacer la foto sin gente a tu alrededor, donde no había colas para nada, donde contratabas al guía sólo para ti en la misma puerta de los monumentos…
Todo eso, señoras y señores, ya pasó a la historia. Se calculan nada menos que unos 27 millones de visitantes anuales. Para el sector turístico imagino que será todo un regocijo aunque, personalmente no tengo muy claro si a la larga no habrá arrepentimientos.

Un pasillo de los Museos Vaticanos. ¿Es o no una aberración?
En fin, me guste o no, es lo que hay. Y desde luego, de lo que no hay duda es de que no debes dejar pasar este destino, al menos una vez en la vida.
Pero, no vengo hoy a recomendar lugares que visitar en Roma, para eso ya habrá tiempo, sino para dar unos cuantos consejos sobre lo que debéis tener en cuenta antes de emprender vuestro viaje a esta impresionante ciudad.
Así que, comencemos:
1. EL CALZADO
Primero y principal: elegid un buen calzado. Cómodo no, lo siguiente.
Además de que el cinturón turístico romano es bastante grande, muchísimas de sus calles están adoquinadas y con algunos levantamientos. Otras veces te tocará caminar por tierra o guijarros y también subir múltiples escaleras.
No niego que todo eso, en su entorno, dan un bonito toque pero… para tacones o plataformas precisamente no es lo mejor. Sé que el zapato cómodo no es el más seductor del mundo pero, hacedme caso. Si acaso haced las fotos glamurosas sólo de cintura para arriba.
2. FECHA DE VIAJE
Si podéis elegir fecha para el viaje, yo recomendaría encarecidamente que no sean los meses de verano.
Además del calor, que puede llegar a ser acuciante en los numerosos emplazamientos sin sombras, los visitantes se multiplican como panales. Y esto conlleva numerosos inconvenientes: colas inimaginables, subidas de precio…

Turistas contemplando la Fontana de Trevi. Y no era el día más lleno
La temporada alta romana es un poco más larga que en otros países, se extiende de marzo a octubre. Esto nos deja menos margen, es cierto, pero creo que nada más que evitando julio y agosto, ya ganamos bastante.
3. COMPRA LAS ENTRADAS CON ANTELACIÓN
Yo soy partidaria de improvisación en los viajes, pero sólo hasta cierto punto, siempre hay cosillas que debes llevar hilvanadas antes de llegar. Y esto, en Roma, debido a esa multitud turística de la que acabamos de hablar, si no dispones de muchos días, se hace del todo imprescindible.
Para visitar los lugares más famosos tienes cuatro opciones: levantarte temprano para ser el primero en la taquilla, chuparte a pleno sol de dos a cuatro horas de cola, contratar un tour con una de las múltiples empresas que encontrarás por las calles o comprarlas on line, tú directamente, con antelación.
Yo me quedo con una de las dos últimas. ¿Ventajas e inconvenientes? Contratar un tour significa tranquilidad, llevas guía que te dirige y te explica pero… pagas doble, triple o cuádruple que por libre. Y eso, si vas en familia o si te gusta escudriñar hasta el último monumento, puede resultar sustancial para el bolsillo.
Otro aspecto a tener en cuenta es que si intentas sobre la marcha obtener entradas en un monumento, ya sea a través de agencia, on line o en taquilla, puedes encontrarte con la sorpresa de que no quedan, no ya para ese día sino tampoco para los siguientes. Procura ser previsor. Nosotros utilizábamos casi siempre la web oficial https://www.roma-museum.com
Puede ocurrir también como en la Domus Aurea, el impresionante palacio que Nerón se hizo construir hace dos mil años que, debido a los trabajos de consolidación y restauración, sólo es visitable los fines de semana, con lo que aún es más complicado conseguir entrada.
Así que, nunca mejor dicho, no te duermas en los laureles. Aunque si te pierdes esto último, la Domus Aurea, no te apures, pincha justo aquí y yo te la muestro y explico, sin colas y gratis, aunque no es lo mismo in situ, todo hay que decirlo.
4. DESCUENTOS
¿Hemos ya hablado de lo caro que es todo en Roma? ¿Sólo de paso? Pues lo recalco. Es bastante caro. Por supuesto puedes comer un kebab o una pizza en lugar de un entrecote y también comprar los botellines de agua de una máquina en vez de pagar los 9 euros que nos pidieron en una terraza del centro.
Pero por nada del mundo puedes dejar de visitar un monumento por no pagar la entrada. En la mayoría de los casos merecerá la pena.
De diez a veinte euros es el precio habitual por persona para cada punto turístico popular. Así que si tienes algún carnet de estudiante, minusválido, profesor de artes o algo relacionado con la historia y la arqueología, mételo en la cartera ipso facto, antes de que te vayas a olvidar. El estar en paro, al contrario que en otros países, no te da derecho a descuento alguno.
Existe también una tarjeta turística para 48 ó 72 horas. Puede interesar, aunque si eres de los que, como nosotros, te gusta observar todo a fondo y no simplemente decir que has estado en un lugar equis, no sé si realmente te va a compensar. Cada museo lleva su buen tiempo.
5. ROPA
¿No puedes venir más que en pleno verano? Pues qué se le va a hacer. Trae ropa ligera, lo más fresca posible. Tampoco viene mal una gorra o sombrero, tal vez por eso casi hay más puestos de gorros que de souvenirs. Y es que sí o sí, por ejemplo en los Foros o en el Coliseo, “el Lorenzo”, es decir, el sol, pega que da gusto.
A pesar del calorazo veraniego habéis de tener muy en cuenta que en algunos monumentos e iglesias no se permite la entrada en pantalones más allá de tres dedos por encima de las rodillas ni tampoco los hombros descubiertos.
En algunos lugares te ofrecen un pareo o un foulard o te hacen comprar una bata de usar y tirar, pero en otros directamente te impiden el acceso, como es el caso de la basílica de San Pedro lugar que, por supuesto es imposible obviar en nuestro paso por Roma.
Y no, no intentéis en este lugar el “a ver si cuela”, máxime cuando os espera una larga cola a pleno sol antes de llegar al control de seguridad. Allí os rechazarán tanto por vestimenta inapropiada como por llevar en la mochila elementos que puedan ser considerados peligrosos.
Lo que yo hago desde hace muchos años cuando viajo es llevar siempre conmigo un pareo y un pañuelo largo. Pesan y abultan poco y me evitan algún disgustillo de denegación de acceso. Además, si refresca por la noche o entras en subterráneos, también dan el avío.
6. EL SUPER CONSEJO
Se podrían dar mil consejos más, claro está, pero yo me voy a plantar con sólo una última recomendación. Más que nada porque algo hay que dejar para que ocurra inesperadamente, si no, ya me diréis que sosería de historia vamos a contar luego a los amigos.
Para mí es la más sabia recomendación viajera que me han dado. La citó hace muchos años mi suegro:
“Cuando ya tengas todo listo para el viaje, saca la mitad de la ropa de la maleta y mete el doble de dinero en la cartera”
Oye, más razón que un santo. No me ha fallado nunca.
ENLACE RELACIONADO:
LA DOMUS AUREA, UN PALACIO A LA ALTURA DE NERÓN
12 septiembre, 2019 a las 7:34 pm
Excelente entrada que tendremos en cuenta para nuestra futurible visita a Roma. Evitaría también los meses de verano.
12 septiembre, 2019 a las 11:55 pm
Gracias Datils. Con el año que lleváis, en nada os veo allí.
11 julio, 2021 a las 6:11 pm
Sin duda, sabios consejos.
Nosotros, lamentablemente, no tenemos más opción que agosto. Es uno de los motivos que nos echa para atrás a la hora de visitar estos destinos tan turísticos. Aunque pensamos que este 2021, debido al Covid puede haber algo menos de masificación. No sé…
12 julio, 2021 a las 2:40 pm
Supongo que efectivamente este año habrá menos gente pero igual es también más difícil conseguir hora para acceder a los monumentos por eso de las distancias y el aforo. Asi que si vais, asegúrate de hacer las reservas online antes, pagas entre 2 y 4 euros más por ticket pero merece la pena, te evitas horas de cola y el disgusto si ya no quedan entradas. Ojo, tickets en la web oficial de museos, que hay muchas agencias privadas y cobran bastante más caro. Suerte, ojalá podáis ir, ya me contarás.